Prótesis de Rodilla
Protesica
La articulación de la cadera está formada por la cabeza del fémur y el acetábulo. Cuando, por diferentes enfermedades se produce el deterioro de la articulación, se hace necesaria la realización de una artroplastia de cadera.
La artroplastia de cadera consiste en sustituir la articulación enferma por una prótesis, de forma que se consiga aliviar el dolor y mejorar la función articular.
El desarrollo de la prótesis de cadera data de comienzos del siglo XX y ha evolucionado progresivamente de la mano del desarrollo de los materiales empleados, de los métodos de anclaje y del diseño de los implantes, gracias a la colaboración entre médicos e ingenieros.
La indicación para la colocación de una prótesis de cadera es la existencia de un trastorno articular en la cadera, que provoque dolor incapacitante y limitación funcional que no responda a tratamientos conservadores.
Las contraindicaciones absolutas de la artroplastia de cadera son: presencia de infección activa local o sistémica, existencia de patología médica que aumente la morbi mortalidad de la intervención.
Son contraindicaciones relativas: las enfermedades neurológicas, la ausencia o disfunción grave de la musculatura abductora, la enfermedad vascular, la edad y la obesidad.
La prótesis de cadera puede ser total, parcial o de recubrimiento.
Hablamos de prótesis total de cadera cuando se sustituyen el componente femoral y el acetabular. Se habla de prótesis parcial cuando se coloca solamente el componente femoral. Las prótesis de recubrimiento son relativamente recientes y consisten en la colocación de un cotilo metálico y en el recubrimiento de la cabeza femoral por un componente metálico que preserva el cuello femoral.
Las prótesis parciales de cadera se reservan para pacientes que sufren fracturas de cadera cuya demanda funcional es escasa.
La fijación de los componentes de la prótesis al hueso se puede realizar bien con un cemento biológico o bien mediante un encaje a presión.
El componente femoral o vástago está fabricado en metal, normalmente en una aleación de cromo-cobalto o en titanio, recubiertos en su parte proximal de un material osteoconductor (hidroxiapatita). Su fijación al hueso se realiza mediante un cemento biológico o a presión (press-fit). Cada técnica tiene sus indicaciones y sus ventajas y desventajas.
El componente acetabular o cotilo puede ser metálico o de polietileno, en función de si su anclaje al hueso es press-fit o mediante cemento biológico. Los cotilos metálicos se suelen fabricar en aleación o titanio con recubrimiento poroso. Los cotilos press-fit pueden ver ayudada su fijación mediante la utilización de tornillos.
La articulación de la prótesis, propiamente dicha, se establece entre la cabeza femoral y el recubrimiento interno del cotilo. La cabeza femoral se fabrica en metal o cerámica con distintos tamaños. El recubrimiento interno del cotilo también se puede fabricar en polietileno, metal o cerámica. Actualmente el par más extendido es el formado por una cabeza metálica y un polietileno de alta densidad.
La colocación de una prótesis de cadera se realiza bajo anestesia general o regional. Se realiza una incisión en el lateral de la cadera, se aborda la superficie articular y se luxa la cadera. A continuación se realiza una osteotomía de cuello femoral y se prepara mediante fresado la superficie del cotilo y el canal femoral. Se colocan los implantes, se reduce la cadera y se comprueba la estabilidad y el arco de movilidad del implante. Generalmente se coloca un drenaje y se cierran los tejidos con suturas y grapas.
En los días posteriores a la cirugía es frecuente que exista dolor, lo que se intenta minimizar con medicación y técnicas anestésicas. El drenaje se retira a las 24-48 horas y comienza la deambulación con ayuda (andador o bastones).
Es alrededor de las 4-8 semanas cuando el paciente comienza a incorporarse a sus actividades habituales pudiendo realizar actividades que requieran esfuerzo alrededor de los 3-6 meses.
En cuanto al seguimiento del implante, la supervivencia del vástago femoral a 10 años es superior al 95%, algo menor para el cotilo.
Copyright 2012. Dr. Álvaro Morales Villaescusa.
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